La comunidad científica mexicana, habitantes de la comunidad de El Bosque, Tabasco, y Oceana discutieron sobre la importancia biológica y social del Golfo de México y los riesgos que enfrenta este ecosistema por la expansión de la actividad petrolera en aguas profundas.
Durante el foro "El Golfo de México hacia una visión socioambiental", realizado por Oceana y la Facultad de Ciencias de la UNAM, investigadores de instituciones nacionales y comunidades afectadas presentaron evidencia científica que demuestra la vulnerabilidad del mar profundo y cómo la expansión petrolera hacia aguas profundas pone en riesgo ecosistemas únicos, la seguridad alimentaria de millones de personas y contradice los compromisos climáticos de México.
La Dra. Elva Escobar, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, reveló que sólo se ha explorado el 0.001% del mar profundo del Golfo de México. Estos ecosistemas son altamente vulnerables a los impactos por actividades extractivas y su recuperación podría tardar de cientos a miles de años.
La Dra. Abigail Uribe Martínez, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), destacó la importancia biológica del Golfo de México por ser hábitat para grandes especies migratorias como el cachalote y el tiburón ballena, además de ser una de las áreas marinas que proveen alimento a especies de importancia comercial como los atunes.
Además de albergar especies de gran tamaño, el Dr. Víctor Camacho de la UABC explicó que en la región profunda del Golfo de México viven Prochlorococcus, los seres vivos más pequeños del mar, microorganismos fundamentales para la producción de oxígeno y la captura de carbono a nivel global, sin los cuales la vida en el mar no es posible.
"Si destruimos estos ecosistemas profundos, no solo perdemos biodiversidad. Perdemos funciones ecosistémicas críticas para el planeta, como la captura de carbono que necesitamos para enfrentar la crisis climática", señaló.
La Dra. Leopoldina Aguirre, del Cinvestav Mérida, advirtió que, por su importancia biológica y social, el Golfo de México es extremadamente vulnerable a los impactos de derrames petroleros, que "pueden tener efectos en cascada sobre ecosistemas y especies a grandes distancias".El antecedente de Deepwater Horizon en 2010, el peor derrame petrolero en la historia del Golfo de México demostró que las consecuencias ambientales, económicas y sociales de un accidente en aguas profundas pueden ser devastadoras y permanentes.
El Dr. Luca Ferrari, Investigador Nacional Emérito y ex coordinador del Programa Nacional Energía y Cambio Climático sentenció que el sector petrolero mexicano se encuentra en declive y cada vez es más costosa la extracción de petróleo lo que deja menos recursos para atender la problemática ambiental.
En su oportunidad, Manuel Llano, director de CartoCrítica, reveló que desde el 2014 se han realizado más de 700 estudios de Reconocimiento y Exploración Superficial (ARES) de hidrocarburos en el país, principalmente en el Golfo de México, lo que demuestra que existen intereses de empresas petroleras en estas zonas, pero lamentablemente no se pueden conocer los resultados ya que la Secretaría de Energía los mantiene como información confidencial a la venta solo para el mercado energético. Sin embargo, su ubicación permite descifrar el patrón de interés en el territorio, y cómo este se traslapa con los usos comunitarios del territorio y los sitios de alto valor ambiental.
El Dr. Alejandro Espinoza de Ecosur señaló que el Golfo de México representa una oportunidad para buscar nuevos equilibrios. Esto implica replantear el desarrollo energético de México sin comprometer el bienestar de millones de habitantes en condición de vulnerabilidad, quienes dependen directamente del estado de la conservación sus ecosistemas.
La bióloga Gloria Tavera destacó la urgencia de recuperar el diálogo entre comunidades, academia y gobierno para tomar decisiones que permitan conservar el Golfo México a largo plazo.
“El Golfo de México es fuente de alimento para más de 90,000 personas que viven de la pesca ribereña en estados costeros. Los derrames de hidrocarburos contaminan aguas, destruyen ecosistemas marinos y obligan a pescadores a abandonar su actividad o buscar zonas más alejadas, poniendo en riesgo su seguridad y medios de vida”, declaró Mariana Reyna, Coordinadora de Ciencia de Oceana.
Cristina Pacheco y Guadalupe Cobos, habitantes de la comunidad de El Bosque, Tabasco, relataron cómo vivieron el desplazamiento forzado de su comunidad a causa del incremento del nivel del mar asociado al cambio climático. "Nos tuvieron que reubicar porque el mar se llevó nuestras casas, nuestras vidas. Y ahora el gobierno quiere seguir sacando petróleo que empeora el cambio climático. ¿Cuántas comunidades más van a tener que desplazarse?", cuestionaron.
El foro contó con la presencia de la Dra. Margarita Caso, Directora General de Conservación de Mares y Costas de SEMARNAT, quien coincidió en que estos espacios son necesarios para el diálogo directo entre la comunidad científica, las comunidades afectadas y los tomadores de decisiones.
"El Golfo de México requiere trabajo y acciones concretas que transformen el rumbo del país frente a la crisis climática. Confiamos en que este gobierno, encabezado por Claudia Sheinbaum, una mujer científica, lo haga", señaló Renata Terrazas, directora ejecutiva de Oceana México.
"Estamos apostando por extraer petróleo en un territorio que ni siquiera conocemos completamente. El gobierno debe escuchar lo que la ciencia lleva años advirtiendo: el Golfo de México no puede soportar más presión extractiva", concluyó.
Importancia del Golfo de México
Es uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta, albergando 15,000 especies marinas, de las cuales 1,500 son endémicas
Es hogar de 30 especies de mamíferos marinos y cinco de las siete especies de tortugas marinas del mundo
Es fuente de alimento para más de 90,000 personas que viven de la pesca ribereña en estados costeros
Zona de ecosistemas de mar profundo únicos, muchos aún sin explorar completamente por la ciencia
Área crítica para la captura de carbono mediante manglares, praderas marinas y procesos oceánicos.
Sin embargo, décadas de extracción petrolera han generado:
Contaminación crónica por derrames de hidrocarburos
Destrucción de hábitats críticos (manglares, arrecifes, fondos marinos)
Amenaza a la seguridad alimentaria de comunidades costeras
Deterioro de pesquerías que sostienen a miles de familias
Riesgos crecientes de desastres ambientales (como el derrame de Deepwater Horizon en 2010).
.jpg)
Comentarios
Publicar un comentario