Interminable lucha de María Elena Ríos para que no liberen a su agresor; ¿Piratean o trafican a Japón las semillas de limón de Tututepec?; y Negarse a calificarlos y tratarlos como lo que son: narcoterroristas, es demagogia o justificación
COLUMNA
+ La interminable lucha de la saxofonista María Elena Ríos para que no liberen a su agresor, Juan Antonio Vera Carrizal.
+ ¿Piratean o trafican a Japón las semillas de limón de Tututepec?
+ Negarse a calificarlos y tratarlos como lo que son: narcoterroristas, es demagogia o justificación de complicidades.
PRIMER TIEMPO
La saxofonista María Elena Ríos fue nuevamente protagonista de un hecho que tuvo repercusiones en los medios de comunicación y en la política nacional.
Durante el evento de inauguración de la carretera Mitla - Tehuantepec (que increíblemente tardó más de 20 años en concluirse) y ante la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, María Elena subió al templete en cuanto la presidenta terminó su discurso, habló unos minutos para reclamar que querían liberar a su agresor y, ayudada por otra mujer, desplegó una manta con consignas de protesta.
Podrán cuestionar los métodos y las formas de la saxofonista, quien se convirtió en una combativa activista después que fue atacada con ácido y trataran de matarla, provocándole graves heridas y cicatrices de por vida, pero nadie puede cuestionar las causas que la motivan.
He dicho que, les guste o no a sus detractores, María Elena es víctima de un intento de feminicidio. Eso es un hecho incontrovertible.
Por si no se acuerdan, va de nuevo:
“El 9 de septiembre de 2019, María Elena Ríos fue atacada con ácido sulfúrico por tres hombres en su casa en la comunidad Huajuapan de León. Ríos sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en aproximadamente 80% de su cuerpo, y estuvo hospitalizada más de tres meses en el hospital Aurelio Valdivieso y después fue trasladada al Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados, en Ciudad de México. Las lesiones que la saxofonista recibió por causa del ataque han requerido varias cirugías, injertos de piel y múltiples tratamientos dermatológicos”, señala Wikipedia.
También he reiterado en esta columna:
“La saxofonista ha mencionado firmemente a Juan Antonio Vera Carrizal y a su hijo como los autores intelectuales de su intento de feminicidio. El empresario gasolinero está preso por esta agresión, en tanto que su hijo actualmente está prófugo.
“Vayamos por partes. María Elena ha luchado contra todo el sistema, contra todo el aparato del Estado que ha defendido a su agresor y ha hecho mil y un intentos para dejarlo en libertad. El dinero del ex diputado priista y empresario gasolinero, entre otros rubros, así como de sus poderosos socios políticos, cuenta y bien, nadie lo cuestiona, es parte de esa lucha descarnada que traen.”
Desde el pasado sexenio priísta, María Elena Ríos ha señalado a poderosos grupos políticos (incluso socios de su agresor) como los operadores de la intensa campaña negra en su contra y como quienes pretenden liberar a Juan Antonio Vera Carrizal.
Sus señalamientos y protestas no son una novedad. El sexenio pasado responsabilizó al entonces gobernador priísta de proteger a Vera Carrizal (recuerden que desplegó una manta con la leyenda “Oaxaca feminicida” en uno de los lunes de Guelaguetza) y ahora responsabiliza al actual gobernador morenista. Es y ha sido parte de su estrategia de denuncia y de lucha.
¿Pero son ciertos esos señalamientos? No me consta que lo sean, hasta esos niveles.
Lo que sí sé es que poderosos personajes del PRI, antes, y ahora de Morena, le han brindado a su agresor Vera Carrizal protección y ayuda política, jurídica y hasta en medios de comunicación y en redes sociales para tratar de doblar a la saxofonista y liberar a su influyente socio.
¿Por qué son las nuevas protestas de María Elena Ríos?
Porque desde diciembre pasado, argumentando supuestos problemas de salud, Juan Antonio Vera Carrizal fue sacado de la prisión de Tanivet para internarlo en por lo menos dos hospitales. A la hora de ir a protestar a esos hospitales, para confirmar que efectivamente estuviera hospitalizado, la saxofonista se confrontó, primero, con una joven colaboradora del equipo jurídico de su agresor y luego con las hijas y la familia del empresario gasolinero.
Sobre el primer evento, escribí recientemente:
“La saxofonista se presentó en el hospital, pero en el mismo inmueble se encontró con una joven mujer llamada Andrea Montserrat Ramos Gómez, con quien María Elena y su hermana tuvieron una confrontación a golpes, llevándose la peor parte Andrea Monserrat.
“Inicialmente el equipo de Vera Carrizal difundió en medios y en redes sociales el video editado de ese pleito, donde se ve que la saxofonista y su hermana la golpean y señalando que se trataba de una paciente que habría sido confundida con un familiar del empresario gasolinero.
“Lo que omitieron (y que después difundió María Elena Ríos), es el video del inicio del pleito, donde la saxofonista graba y confronta verbalmente a la joven y le dice ‘deja de molestarnos, esta es la…’ frase que no terminó, porque recibió un golpe de Andrea Monserrat. En respuesta, María Elena y su hermana tundieron a golpes a la joven mujer.
“En sus redes sociales, María Elena Ríos difundió varios videos de diferentes momentos donde se ve a la misma joven en instalaciones del Poder Judicial, cuando se realizaban audiencias del asunto de Vera Carrizal, provocando a la saxofonista, filmándola y en actitud de burla.
“Sin duda, no era la primera vez que se veían y la chica de nombre Monserrat, que fue vejada lastimosamente, es parte del equipo del empresario gasolinero y no como señalaron, que casualmente fue a una consulta y que no se conocían, no.
“Nada justifica la reacción de María Elena, pero en su contexto por supuesto que no tiene sus emociones controladas.”
En uno de los últimos videos, María Elena entra al hospital Santa Anitra, donde se supone que estaría internado su agresor luego de ser trasladado del primero (ubicado en el centro histórico de Oaxaca), y no lo localiza, por eso intensificó sus señalamientos de que lo habían liberado.
La familia, los socios y el equipo de defensa de Vera Carrizal también han capitalizado la tormentosa relación personal que tuvo María Elena con el actor Tenoch Huerta, para difundir otra campaña en su contra.
En Oaxaca no se habían visto tantos recursos políticos, mediáticos y los millones de pesos invertidos contra una activista. Lo que hasta ahora no ha frenado a María Elena Ríos en su exigencia de justicia.
Y no le falta razón a María Elena en desconfiar de la justicia local, sobre todo considerando que el Tribunal Superior de Justicia es parte de “la mafia de la injusticia”, mediante jueces de consigna que han actuado en casos como la liberación de la ex presidenta municipal de Nochixtlán, acusada de desaparición forzada de una activista, y en los varios intentos de liberar a su agresor. Un Poder Judicial señalado por sus mismos trabajadores como corrupto y reducido a un instrumento en la fabricación de delitos a modo.
Ya sabremos en qué termina este caso, si de verdad la saxofonista se dio por vencida como dijo en su protesta ante la presidenta Sheinbaum o seguirá con ese duro e intenso activismo incómodo para el poder.
Por lo pronto, la protesta de María Elena Ríos demostró la incapacidad del encargado a nivel local de que, precisamente, no hubiera altercados ni sobresaltos en los eventos que la presidenta Claudia Sheinbaum tuvo en Oaxaca durante su gira los días viernes, sábado y domingo.
Ya saben ustedes quién es y además hicieron lo que siempre hacen: responsabilizar a otros de las enormes omisiones y fallas en las tareas que les tocan. Por eso vimos filtraciones culpado de los desmanes en Mitla, primero, al presidente municipal Esaú Quero, y luego a la delegada de Bienestar en Oaxaca, Nancy Ortiz Cabrera.
El mismo camino siguieron en el caso de las protestas en el evento de Claudia Sheinbaum en la Mixteca: la culpa del griterío que armaron un grupo de personas no fue por omisiones, ¡cómo creen!, responsabilizaron, también mediante filtraciones, a la recién corrida ex directora del Colegio de Bachilleres, el Cobao, Verónica Hernández.
Lo anterior equivaldría a filtrar, por ellos mismos, que habría una rebelión en su propia granja.
SEGUNDO TIEMPO
A los oaxaqueños nos dan atole y no precisamente champurrado. Atole con el dedo, como dicen, pues creen que somos tontos.
Resulta que Kozo Honsei estuvo en Tututepec esta semana. El señor es el embajador de Japón en México, quien de manera rimbombante anunció una donación de un millón 119 mil pesos para un vivero de limón
Usted podrá decir que debemos agradecerle al embajador japonés, pero qué va. Si bien no están obligados a donar nada, lo que hacen está mal por donde lo vean.
Le explico. Hace cosa de un año, el presidente municipal ex priista ahora morenista, Jesuhandy Conde Gómez junto con la entonces diputada Yarit Tanos, firmaron un convenio con la embajada de Japón para este vivero famoso que recibía recursos de Japón.
Pero… resulta que las semillas del limón que siembran en esos viveros han sido llevadas a Japón. ¿Cómo se llama eso? Piratería o tráfico, por supuesto, porque se supondría que México debe conservar sus semillas.
¿Un millón de pesos? Pues le cuento que el gobierno de Oaxaca erogó mucho, mucho más, para que el cantautor mexicano Aleks Syntek fuera parte del proyecto, es como una especie de promotor y figura pública que avala con su presencia este tipo de proyectos. Es decir, solo está para la foto y para que vean a un famoso supuestamente preocupado por la ecología.
Pero vaya, las comunidades de la Costa han cultivado limón desde tiempos ancestrales. Hubo en algún tiempo una fábrica para elaborar aceite y otros derivados. Es un producto que se da en forma natural, así que una donación de un millón de pesos es una tomada de pelo.
Se están llevando en las narices las semillas y todavía quieren que les aplaudan. Vaya con estos defensores de la patria.
TERCER TIEMPO
Hay que tratarlos ya como lo que son: narcoterroristas, escribe Juan Pablo Becerra-Acosta M. en El Universal, al referirse a los grupos del crimen organizado y a los narcos que dominan amplias zonas del país y gobiernan municipios y entidades federativas completas, amafiados con presidentes municipales, gobernadores y estructuras de gobierno que deben servir a los ciudadanos, no a criminales, como las corporaciones policiacas.
Becerra-Acosta cuestiona las críticas que han hecho algunos sectores, y la negativa a aceptar lo que son, en lo que parece una justificación patriotera a los gobiernos que han dejado hacer y deshacer a los delincuentes.
Les comparto su texto:
“Se lee en el artículo 139 del Código Penal Federal de los Estados Unidos Mexicanos (Libro Segundo Título Primero Delitos contra la Seguridad de la Nación Capítulo VI Terrorismo):
“Se impondrá pena de prisión de quince a cuarenta años y multa de cuatrocientas a mil doscientas veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (…):
“I. A quien utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo, material nuclear, combustible nuclear, mineral radiactivo, fuente de radiación o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos, o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, intencionalmente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular, u obligar a éste para que tome una determinación”.
“Me parece que está muy claro, hasta para el penalista más novato: los cárteles mexicanos SÍ usan explosivos, armas de fuego, incendios y otros medios violentos en contra de bienes y servicios públicos y privados. Atacan autobuses de transporte público, vehículos policiales y militares, automóviles privados, camiones de carga privados, camionetas privadas para transporte de mercancías. Incendian calles, avenidas y carreteras que bloquean. Colocan minas terrestres en zonas urbanas y rurales y con ello matan a civiles y militares.
“También arremeten, por los mismos medios, contra la integridad física y emocional de los ciudadanos en el municipio que se les antoje, todo esto y lo anterior, justamente para producir alarma, temor o terror en la población. ¿Cuántas escenas así hemos visto en calles, escuelas, centros comerciales, hospitales y hasta iglesias por los ataques de los sicarios miembros de la mayoría de los cárteles del crimen organizado? Hasta en Ciudad de México lo han hecho a plena luz del día. ¿No atacó un comando al mismísimo Omar García Harfuch en una de las zonas más pudientes del país? ¿No nos aterrorizaron a todos?
“¿Para qué lo hacen? Para presionar a la autoridad o a un particular, como dice el Código, u obligar a ambos para que tomen una determinación. Por ejemplo, para que un periodista no publique algo, o para que una autoridad se coluda con los capos. ¿Cuántos negocios ha quemado el sicariato para producir terror y obligar a los comerciantes a pagar extorsiones?
“Las sanciones (…) se aumentarán en una mitad cuando, además:
“(…)
“III. En la comisión del delito se detenga en calidad de rehén a una persona”.
“¿Los narcos mexicanos no secuestran y desaparecen a quien se les da la gana para conseguir sus objetivos, incluyendo a migrantes nacionales y extranjeros?
“A quien utilice aeronaves pilotadas a distancia (…), se aumentará hasta en un tercio la pena establecida”.
“¿No utilizan los cárteles mexicanos cada vez con más frecuencia drones para bombardear posiciones de sus enemigos o de las fuerzas de seguridad municipales, estatales y federales, sin importarles las bajas colaterales?
“Durante estos días posteriores a la orden ejecutiva de Trump, que considera terroristas a los cárteles, destacados miembros de la aristocracia política e intelectual mexicana han repetido hasta la ignominia que no, que estos hermanitos de la caridad no son terroristas y que a la nación no le conviene que sean denominados así.
“Perdón, apreciables jurisconsultos, de acuerdo con las leyes mexicanas, los cárteles de este país sí son terroristas, porque perpetran actos establecidos como terrorismo en el Código Penal Federal. Por tanto, hay que tratarlos como tales. Y si Estados Unidos, España, Italia, o Francia nos ayudan a llevarlos ante la justicia, coordinémonos. Ellos no tienen misericordia, cada vez son más agresivos y temerarios, seguirán escalando su terrorismo, así que, con la ley en la mano y apegado a acuerdos internacionales, México no tiene razón alguna para demostrarles piedad.
“Lo demás, es negación o demagogia.
“Por favor, supriman ya sus anacronismos nacionalistas y sus espíritus decimonónicos, los cárteles son grupos criminales multinacionales, y lo saben bien.
“O, si gustan, sigan en lo suyo y peléense virtualmente con la ley en cada foro que tengan, pero acátenla.
“Trasfondo:
“El argumento más utilizado por quienes se oponen a llamarles terroristas a los cárteles sostiene que éstos, a diferencia de los grupos terroristas tradicionales (ETA, Al Qaeda, etcétera), no tienen reivindicaciones políticas o religiosas. Perdón, no sé dónde han vivido en los últimos años, pero qué mayor reivindicación política que la de reclamar para sí los gobiernos de todos los ayuntamientos que se les antojan.
“Los cárteles, como se ha documentado en diversos reportajes publicados en este siglo, gobiernan decenas de municipios y hasta regiones completas. Su pragmatismo y su sencillez política es abrumadora porque contempla todas las coordenadas, todos los espectros: yo soy de izquierda, de derecha, de centro, de extrema derecha, de extrema izquierda, de arriba o de abajo, da igual. Yo gobierno aquí, allá, acullá, o donde requiera gobernar. En cualquier estado o territorio donde necesite producir, vender, o traficar drogas, y gobernar el trasiego de armas, dinero y personas. Yo convierto a todos a mi cultura, la narcocultura, y a mi ideología, la narcodemocracia que reparte dinero a carretadas y en tobogán. Pum. Plata o plomo. Lo sabe el Ejército, lo ha documentado, lo mismo que la Marina, la FGR y no pocas fiscalías estatales: la narcopolítica es una realidad en México. La narcopolítica es el brazo civil del narcoterrorismo.
“Dejemos de discutir obviedades, sugiero, y aboquémonos a aprovechar la coyuntura histórica para someter de una vez a esta gente despiadada, antes de que sus bases sociales se nos desborden más y empecemos a tener zombis de fentanilo y derivados en cualquier pueblo, como le sucede a Estados Unidos. Ya ponemos los muertos en esta guerra, ¿también pondremos a los espectros ahora?
“El ‘47 no volverá a repetirse. Al menos no ahora.”
COLOFÓN
También hay buenas noticias. Esta semana se conoció la cura de 29 mujeres con Virus del Papiloma Humano (VPH). Eva Ramón Gallegos, quien es oaxaqueña, hizo posible la eliminación de este virus que es antecedente de cáncer.
Oriunda de Tuxtepec, se ha especializado en la investigación que ya está dando resultados.
Ella es egresada e investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y su descubrimiento al sitúa como una de las eminencias médicas en el mundo.
La técnica utilizada por la científica oaxaqueña se llama Terapia Fotodinámica y con este método es posible atender las lesiones en el cuello del útero en una forma no invasiva.
Comenzó las pruebas desde 1999 y siguió hasta ahora con su equipo para obtener resultados positivos.
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Por otra parte, este fin de semana ha sido trágico para algunas familias en Oaxaca. Un ebrio conduciendo un vehículo de alta gama, mató a una mujer, una joven integrante del Poder Judicial de la Federación, y mandó a otro, grave, al hospital.
Usted podría decir que es producto del alcohol, pero también mata el influyentismo y lo podrido de un sistema que sí tiene diferencias en el trato.
El hombre fue identificado Amarante Azael A. G, detenido y se supone que fue puesto a disposición de las autoridades.
Digo se supone, porque dicen que facilitaron su salida, cuando se debió presentar ante el juez y enfrentar las responsabilidades. Fue un crimen y el detenido tendría que haber respondido.
Pero aseguran que su jefe, Jorge Illescas Delgado, el tristemente célebre Chéster, convertido en próspero restaurantero en el sexenio pasado, habló para que liberaran al individuo.
¿Qué pasó después? Porque dejar a un presunto criminal libre es un acto de impunidad total. El empleado de Azul Cielo Oaxaca debería de responder por su crimen, pero en cambio, aseguran que quedó en el limbo su situación jurídica. ¿Intervendrá la Fiscalía, más conocida por fabricar carpetas de investigación con tintes políticos? O se hará igual la que no sabe nada.
Una familia está de luto y un irresponsable podría estar libre por la intervención de alguien que sigue abusando del influyentismo.
NGE
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