Miguel Villasana, especialista en Inteligencia de Negocios, afirma que la IA es hoy un socio
corporativo estratégico, un copiloto, dentro de la feroz competencia digital.
Apunta que la integración de las nuevas tecnologías en los procesos debe ser ética, sin
infringir los derechos fundamentales de las personas.
Dentro de la fuerte competencia de negocios generada por la disrupción tecnológica, las
empresas tienen en la Inteligencia Artificial (IA) un socio estratégico, un copiloto, para
ayudarle a mejorar su productividad laboral y duplicar sus ingresos, por lo cual no deben
sustraerse de incluir en sus procesos las nuevas herramientas digitales porque, de
hacerlo, podrían perder hasta 20% de sus ingresos en los próximos seis años.
Así lo consideró Miguel Villasana, experto en Inteligencia de Negocios, quien estableció
que si bien la IA mejora la eficacia de las operaciones empresariales en medio de la feroz
competencia digital, su implementación debe ser ética, salvaguardando los derechos
fundamentales de las personas como la privacidad, la igualdad y la libertad de expresión.
“Nuestra principal responsabilidad como especialistas es cuidar siempre el equilibrio entre
los derechos individuales y colectivos, y la tecnología. Si bien es cierto que la IA tiene el
potencial de aumentar las ganancias corporativas globales anuales entre $2.6 billones y
$4.4 billones de dólares, nada justifica pasar por encima de esos derechos”, estableció.
El también Director de Business Intelligence de 99° Degrees, una agencia de Medios 360°
y Performance Marketing con presencia en México, Estados Unidos y Australia, exhortó a
las empresas en México a ver en la IA a un aliado para mantenerse a la vanguardia y ser
competitivas, pues en industrias como la banca, la alta tecnología y las ciencias de la
salud, se prevé que mejorará la productividad laboral entre 0.1% y 0.6% anualmente
hasta 2040.
Refirió que de acuerdo con el Instituto Global McKinsey, en todas las industrias
aproximadamente tres cuartas partes del valor de la IA surgirá de cuatro áreas de
negocio: operaciones con clientes, marketing y ventas, ingeniería de software e
investigación y desarrollo.
“Por ello el mercado está apostando fuertemente por la IA, creciendo exponencialmente a
partir del lanzamiento de apps como ChatGPT y sus similares competidores, a finales de
2022. La tecnología está hecha para las empresas de todos tamaños: grandes, medianas
y pequeñas, y deben apostar sin miedo a las nuevas herramientas porque, sin duda, la
innovación vendrá acompañada de mayor productividad y mejores ingresos”, señaló.
Al enlistar algunos de los beneficios clave al adoptar "copilotos de IA" en sistemas
empresariales, el experto describió tres:
1. Mejora de la Eficiencia: La IA puede automatizar tareas repetitivas y procesos
complejos, liberando tiempo para que los equipos se centren en actividades de
mayor valor añadido.
2. Optimización de la Experiencia del Cliente: La capacidad de la IA para analizar
datos de comportamiento del cliente y proporcionar recomendaciones
personalizadas puede mejorar significativamente la satisfacción y lealtad del
cliente.
3. Toma de Decisiones Informadas: Al proporcionar insights basados en datos en
tiempo real, los "copilotos de IA" pueden ayudar a los líderes empresariales a
tomar decisiones más informadas y estratégicas.
Con base en lo anterior, Miguel Villasana, puntualizó: “Hoy en día, cualquier persona con
conexión a Internet puede experimentar los beneficios de la IA de propia mano. Las
empresas no pueden sustraerse a esa realidad. La IA ya no es simplemente una
herramienta complementaria; se ha convertido en un socio estratégico que guía
decisiones informadas y mejora la eficacia de las operaciones empresariales”.
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